Conjunto Arquitectónico

Tras el incendio del palacio de recreo de Enrique III durante el período de reconversión de dicho edificio a monasterio, el arquitecto Juan de Colonia toma las riendas de la obra trazando las directrices para un proyecto de nueva planta en el que también intervendrán posteriormente su hijo Simón y Diego de Mendieta. Así pues, el nuevo conjunto monástico proyectado en 1454 sería provisto de una iglesia, dos claustros y las dependencias monásticas.

La iglesia, iniciada en 1454 durante el último año de regencia del promotor y donante Juan II, presenta en planta una única nave cuatripartita de acuerdo a los usos y costumbres de la Orden Cartuja por los cuáles cada uno de los tramos estaría dedicado a los distintos colectivos participantes en la liturgia, a saber: estancia de los fieles, coro de los Hermanos, coro de los Padres y presbiterio. Cinco bóvedas de crucería con terceletes cierran cada uno de los distintos espacios del templo cartujo.

Al exterior, la nave única se articula en cinco tramos rectos separados por contrafuertes en cuyos muros lisos se abren sendos vanos con vidrieras. Cierra el testero de la iglesia un ábside poligonal formado por siete paños con ventanales. Un frontón triangular con el escudo de armas de los Reyes Católicos como reyes de Castilla, León, Aragón y Sicilia remata el hastial del templo, recordando así el importante papel de la reina Isabel como principal agente dinamizador del proyecto arquitectónico tras la muerte de Juan II en 1454. El coronamiento del templo fue levemente modificado en 1539 bajo la supervisión de Diego de Mendieta realzando la altura y la belleza del templo mediante agujas de distintas alturas, gárgolas y efigies.

En torno a dos sobrios claustros se organizan las distintas dependencias monacales. En 1460 estaban finalizadas la arquería y cobertura del claustro grande con 24 celdas y el refectorio que, al comienzo de las obras, había servido a la comunidad como templo provisional. Dos capillas se abren a una de las crujías del claustro llamado pequeño o menor, concluido en 1661, mientras que otra es ocupada por el ya mencionado refectorio, cubierto por bóvedas de crucería y provisto de un púlpito de tracerías góticas.

El capítulo, adosado a la cabecera del templo es una amplia estancia que sobresale del resto de dependencias monacales. Las claves de sus bóvedas góticas y el arranque de sus nervios presentan de nuevo los escudos reales. Terminada la sala capitular en 1490, fue empleada ésta como iglesia desde 1496 hasta la inauguración de la iglesia en 1499.

Planta Real Cartuja
de Santa María
de Miraflores

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