Capilla del Trasaltar

 

Detrás del Retablo Mayor

Ubicada detrás del altar mayor de la iglesia, la Capilla del Trasaltar alberga un interesante conjunto de pinturas al fresco de los siglos XVII y XVIII (las originales atribuidas a Cristobal Ferrando hacia la segunda mitad del s. XVII e intervenidas en el siglo siguiente).

 

Puerta trasaltar con monjeEl acceso a la capilla se realiza por las puertas laterales bajo el retablo mayor. Justo al abrirlas se descubren, a modo de trampantojo, las imágenes de dos cartujos en las paredes del fondo (el Padre Sacristán, portando las llaves, y el Padre Procurador, llevando el incensario y la naveta).

 

El interior del trasaltar se adapta a la forma arquitectónica del espacio entre el retablo y los muros de la iglesia. Ocupando la parte más ancha hay un altar frente al muro y a los lados nichos preparados para hacer la función de credencias (mesas auxiliares para objetos litúrgicos).

 

 

 

El programa iconográfico

1El programa iconográfico del trasaltar combina motivos del Antiguo Testamento y del Apocalipsis de San Juan.

 

2Destaca el conjunto de la visión de San Juan donde la Virgen coronada de estrellas y con la luna a sus pies es atacada por el dragón de las siete cabezas. Flanqueando a la imagen de San Juan y a la figura del Dragón, la joven que se mira en el espejo representa la virtud de la prudencia, y la que porta la balanza, la justicia.

 

La visión continua en el panel situado en frente, en la que el arcángel San Miguel lucha contra el dragón, haciéndolo perecer en las aguas. La figura del niño Jesús aparece entre las nubes portando el orbe terrestre encima de las letras IHS (monograma del nombre de Jesús), mostrando a Cristo como salvador del género humano.

 

Cristóbal Ferrando, pintor sevillano

Al padre cartujo Cristóbal Ferrando se le atribuyen las pinturas del trasaltar de la Cartuja de Miraflores. Nacido en Asturias, toma el hábito a los 20 años en la Cartuja de Nuestra Señora de Cuevas en Sevilla.

 

Se le reconoce por su naturalismo dentro de la escuela sevillana, si bien es cierto que su elección como pintor del conjunto está vinculada a su estancia en el monasterio por motivos religiosos, documentada hacia el año 1657.

 

La restauración

Entre los años 2006 y 2007 la Junta de Castilla y León sufraga la restauración del trasaltar, dado el estado de conservación en el que se encontraban con muchos años de desgaste y desprendimiento de los pigmentos, especialmente por filtraciones de agua.

 

Los trabajos de limpieza eliminaron repintes posteriores de la obra, de factura más tosca que la obra original. Gracias a esta intervención se descubrieron motivos iconográficos ocultos tras capas pictóricas que fueron añadidas en los siglos anteriores.

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