“En el desierto caen todas las ilusiones de todo lo que embaraza al corazón. No se puede caminar mucho tiempo en el desierto sin un corazón sencillo y pobre, ni a la espera de algo en la vida que no sea Dios.

Por eso las tentaciones de ser útil a los hombres de otro modo que por la vital afirmación de la transcendencia divina o del amor divino, la tentación de instaurar el reino de Dios con medios distintos a los empleados por Jesús son vencidas definitivamente en el desierto como fueron vencidas por Jesús”.

 

René Voillaume

Esta web utiliza cookies para mejorar su experiencia de navegación. Puede consultar nuestra Política de Cookies.    Ver Política de cookies
Privacidad